- La pequeña mercadería, de 50 gramos y 3 centímetros de largo, fue enviada desde Alemania por una falla del juguete original.
- Las exigencias burocráticas locales para completar el trámite hacían que la pieza corriera riesgo de volver a su país de origen.
Sorpresivo final de la odisea para recibir el envío de una diminuta pieza de Lego en un “Estado libertario”
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