Como cada 31 de diciembre tiene lugar el Tinkunaco entre el Niño Jesús Alcalde y San Francisco Solano, que como expresaba el beato Monseñor Enrique Angelelli, en cada encuentro manifestamos lo que vivimos como pueblo y lo que aún nos falta.
Quintela: “Cada día tenemos que armar un nuevo tinkunaco, espontáneo, con la gente, siempre con ese abrazo cargado de amor, de fraternidad, de esperanza”
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